Este acoso al tejido jurídico que garantiza la protección de la naturaleza forma parte de la misma estrategia, impulsada por ciertos sectores reaccionarios, que tiene como finalidad erosionar determinados fundamentos del estado del bienestar. En Canarias está protagonizada por los mismos que han llevado a las islas al abismo económico (con un 30% de paro, el nivel más alto de la Unión Europea) y que, lejos de cualquier replanteamiento del modelo productivo, que está resultando demoledor, social y territorialmente, persisten en el desarrollismo por encima de todo. Esta vez no vale el discurso victimista, al que nos tiene acostumbrados coalición canaria, de que todos los problemas tienen su origen en Madrid.
Biodiversidad en Canarias no son sólo las casi 4.000 especies de plantas y animales únicos que alberga el Archipiélago, significa también paisaje y un recurso que le otorga un valor añadido a la geografía canaria. Un valioso patrimonio natural que merece estar en mejores manos.
miércoles, 26 de mayo de 2010
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