viernes, 18 de junio de 2010

biodiversidad

Principio de la precaución
Si la evolución de la vida ha logrado transitar desde una sopa bacteriana hasta raros individuos capaces de interrogarse sobre la utilidad de lo que hacemos, es precisamente por tener capacidad para retener lo superfluo, lo inútil o lo que de momento no sirve para nada.
¿Porqué conservar una especie?
Porque no vaya a ser que nos equivoquemos al considerarla inútil (y ya nos hemos equivocado demasiadas veces).

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